Un momento emotivo.

Si de todos los momentos vividos en esta Semana Santa 2010 tubiese que quedarme con uno, ese seria sin duda los minutos previos a la salida de la cofradia de Nuestro Padre Jesus de Pasión y María Santísima de la Amargura desde el santuario de la Virgen de la Cabeza Coronada.

Y ¿porqué ese y no otro?

Pues son varios los motivos para decantarme por ese.

Despues de un año sin ver al Maestro por las calles motrileñas, esta era una salida esperada por todos los que amamos la semana mayor.

Y he tenido la gran suerte de poder vivirla desde el interior del templo acompañando a las maravillosas personas que componen su actual junta gestora.

Gente que, con su esfuerzo y muchas ganas de trabajar han hecho posible que el pueblo de Motril pudiese disfrutar de tan imponente talla en sus calles.

Otro motivo es que despues de algunos años, he podido ver como una representación bastante nutrida de mi cofradia, volvia a acompañar a esta hermandad en su estación de penitencia.

Parece que fuese ayer cuando era yo el vestia el habito negro y la capa, el que se ceñia el cingulo dorado y el que cubria el rostro con el capillo antes de coger con fuerzas el estandarte con la imagen de mi Soledad.

Han sido varios los años que me he visto de esa manera. Y cuando pense que ya no volveria a ver penitentes de negro y amarillo frente al Maestro, me llega una tarde Jose Antonio Rodriguez (más conocido como Kiko) y me dice:

"- ¿Sabes si esta tarde está Maria Luisa en la casa de hermandad (de la Soledad)?

- Pues seguro no lo se, pero creo que si, por?

- Para darle esta carta. Que queremos que una representación de la Soledad nos acompañe en la salida."

Y no solo fue un penitente, sino tres!

¡Por fin empiezan a ir las cosas por su sitio!

Creo que es justo reconocer el buen trabajo que se esta haciendo en el seno de esta cofradia.

¡Un fuerte abrazo a todos ellos!